sábado, 15 de octubre de 2011

En el silencio de mi habitación aún siento el murmullo de tu voz, lastimándome, como un dulce adiós, dejándome vacío el corazón. Casi no duermo, y he vuelto a fumar, cada recuerdo es una lágrima, no sé cómo hacer, para estar de pie. Siempre me digo que es la última vez y vuelvo a caer, cuando pienso en ti, no soy nada sin ti. Y no puedo olvidarte si te veo en todas partes, sin el último beso, me robaste el aliento, y no puedo olvidarte si te llevo en la sangre, sin el último abrazo, aún me pierdo despacio.